JUPITER, el primer superordenador exaescala del continente europeo, se ha implementado en Alemania. Puede simular el cerebro humano o prever huracanes con un detalle inédito, y ocupa tanto espacio como cuatro canchas de tenis, manejando 24.000 superchips. Un avance tecnológico que transforma la soberanía digital de Europa
Hay nuevos actores en la carrera por la supercomputación. Europa también se sienta en esa mesa desde 2026, aunque China y Estados Unidos la habían cruzado previamente. JUPITER es una máquina que combina datos astronómicos con la expectativa de cambiar la ciencia, la tecnología y la industria. Ha sido creada en el campus de investigación de Jülich, Alemania.
Una máquina descomunal en el corazón de Alemania
JUPITER no es simplemente otra computadora: tiene la capacidad de ejecutar un quintillón de operaciones por segundo. Para visualizarlo, se requerirían 30.000 millones de años de cálculos hechos por humanos para lograr lo que este gigante logra en un solo instante. Su implementación, que se realizó en Jülich y fue financiada por Alemania y la Unión Europea, representa un momento crucial para la investigación en el continente.
Tamaño, chips y energía bajo control
El superordenador, que tiene una superficie similar a cuatro canchas de tenis, se conecta con más de 260 kilómetros de cable. Está equipado con 24.000 superchips NVIDIA GH200 Grace Hopper, respaldados por procesadores europeos SiPearl Rhea1. No obstante, no es solo potencia bruta: de acuerdo con el ranking Green500, un sistema de refrigeración líquida directa disminuye su consumo de electricidad y reutiliza el calor, lo que lo hace también el más eficaz del mundo.
Del clima a la biomedicina
Las aplicaciones de JUPITER van desde el nivel microscópico hasta el panorama planetario. Posibilitará la simulación del cerebro humano, neurona a neurona, ensayar terapias en gemelos digitales de órganos y perfeccionar las predicciones de eventos extremos relacionados con el cambio climático. Asimismo, impulsará proyectos de inteligencia artificial en Europa, como OpenGPT-X, y funcionará como laboratorio para energías sostenibles, algoritmos cuánticos y materiales.
Un recurso que es compartido por toda Europa
A pesar de que JUPITER tiene sede en Alemania, es parte de la red EuroHPC, a la que pueden acceder científicos de toda Europa. Ya se han elegido más de un centenar de proyectos para que desplieguen su potencial: desde laboratorios que crean nuevos medicamentos hasta meteorólogos que intentan prever tormentas extremas. Mediante JUPITER, Europa no únicamente aumenta su potencia, sino también su soberanía digital y un medio colectivo para reflexionar sobre el futuro.
¿Hacia dónde debe avanzar la supercomputación?
El supercomputador Jupiter marca un hito para Europa, pero esto es solo el comienzo. ¿Qué desafíos globales deberían priorizar estas capacidades de cálculo?