El experimento: IA como cofundadora
En el año 2023, un usuario optó por desafiar a la inteligencia artificial con una tarea tan sencilla como arriesgada: darle a ChatGPT 100 dólares virtuales y pedirle que los multiplicara en el menor tiempo posible, sin quebrantar la ley ni emplear trabajo físico. Lo que empezó como un experimento en las redes sociales acabó convirtiéndose en una empresa valorada en 25.000 dólares… y en un inesperado cambio de vida.
El fundador, que se mantiene en el anonimato, utilizó el modelo de lenguaje de OpenAI para:
- Generar la idea de negocio: Una marca de productos ecológicos y reutilizables.
- Crear la identidad corporativa: Nombre, eslogan y estrategia de marca.
- Escribir código y automatizar procesos: Desde la web hasta chatbots de atención al cliente.
- Redactar contenido: Emails de marketing, publicaciones para redes sociales y hasta guiones para videos.
Con solo $100 de inversión inicial, la empresa despegó rápidamente. ChatGPT optimizó costos, identificó nichos de mercado y even ayudó a negociar con proveedores. En 24 meses, el negocio valía $25,000 y generaba ingresos recurrentes.
El nacimiento de Green Gadget Guru
El "fracaso" que valió más que el éxito
El sitio se hizo viral en cuestión de días. El usuario comunicó, en el mes de marzo de 2023, que contaba con un ingreso de 1.378,84 dólares y una valoración aproximada de 25.000 dólares, aunque el proyecto todavía estaba en fase prototipo.No obstante, el entusiasmo no perduró. Las preguntas de los potenciales inversores, las demandas de transparencia y la presión por mantener un negocio que en verdad nunca había llegado a consolidarse aparecieron. Green Gadget Guru cerró sus puertas varios meses más tarde.
"ChatGPT me ayudó a construir un negocio rentable, pero no uno que me apasionara. Me di cuenta de que estaba siendo esclavo de un proyecto creado por IA, sin conexión emocional. Cerrando, recuperé mi tiempo y mi salud mental. Ese fracaso me salvó la vida".
El creador anunció en las redes sociales que dejaba el proyecto para concentrarse en una comunidad de Discord, pero el verdadero cambio se produciría después. En marzo de 2025, después de dos años, admitió que aquel "caos" había sido crucial: no solo lo alejó del torbellino mediático, sino que además le forzó a confrontar una adicción que durante tiempo había estado determinando su vida. La viralidad, los millones de vistas y la suma de 100.000 nuevos seguidores fueron solo el inicio de una reconsideración personal.
¿Y tú qué opinas? ¿Crees que la IA puede ser suficiente para construir un negocio con alma? ¿O el factor humano sigue siendo irremplazable? ¡Déjanos tus comentarios y comparte tu propia experiencia usando herramientas como ChatGPT en emprendimientos!